Rapiña del Estado: Gobierno de Abdo apura 1.800 licitaciones plurianuales

Mario Abdo Benítez, expresidente de la República. Foto: Archivo.

El gobierno saliente de Mario Abdo Bení­tez se encuentra en plena campaña para realizar las últimas movidas antes de entregar el mando al equipo del presidente electo Santiago Peña. Las licitaciones y los contratos en curso comprometerán presupuestos de varios años, por lo que urge parar el carnaval de rapiña del Gobierno saliente.

La economista y exministra de Hacienda Lea Giménez, quien integra el equipo de transición de Santiago Peña, advirtió la falta de voluntad del gobierno de Mario Abdo Benítez, de parar aquellas licitaciones y compras públicas no urgentes, además de la creación de llamativos sindicatos para blindar a los funcionarios y la inclusión a las apuradas de más trabajadores a la función pública.

Según expuso Lea Giménez, la administración saliente convoca a 1.814 lici­taciones plurianuales, las cuales representan ya el 73 % del presupuesto de licitaciones previsto en el paquete del ejercicio 2023. Esta situación dejaría maniatada a la próxima administración, por lo que genera tremenda preocupación en el equipo de transición.

Estos procesos licitatorios no son decisiones urgentes de este año y comprometerán de forma significativa los recursos del Estado por dos a tres años. ¿Por qué quieren acelerar los procesos hoy estando ya de salida? Es la pregunta que se hacen en el equipo entrante.

Además de estos llamativos llamados licitatorios, se suman los contratos y nombramientos que se están realizando y que tendrán impacto permanente en la función pública y en el fisco. Resulta muy llamativo que el Gobierno se empecine en continuar con el concurso que está en marcha en la Itaipú Bina­cional, donde existen fuer­tes sospechas de direcciona­miento en la convocatoria que busca cubrir 220 vacantes. Las múltiples denuncias de aparente direccionamiento en este proceso de selección externa está dañando seriamente la imagen de la binacional y de sus funcionarios, por lo que se pide altura moral e integridad de los administradores de turno.

Así también llama la atención la reactivación de los sindicatos en las instituciones públicas y la creación de otros nuevos, situación que hace sospechar de una aparente movida para blindar a los funcionarios leales y autoridades del oficialismo actual.

En ese sentido, a meses del cambio de autoridades de Estado, el cuestio­nado director de Respon­sabilidad Social de Itaipú Binacional, Gerardo Soria, en su momento jefe de escri­torio en Itaipú, se apresuró en acomodarse como secre­tario general de un sindi­cato “reciclado”, pese a que no puede ejercer el rol por su cargo directivo. Su designación resulta suspicaz debido a que el sindicato realizó la asamblea luego de 5 años sin tener actividad en la organización sindical.

Al igual que en la binacional, en el Ministerio de Trabajo aquellos funcionarios de confianza que ingresaron con la ministra Carla Bacigalupo estarían constituyendo el Sindicato de Funcionarios del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (SIFU – MTESS), con el aparente fin de evitar ser despedidos al conseguir la estabilidad sindical de sus miembros. Quienes lideran la convocatoria para constituir la asamblea general son dos trabajadores antiguos de la institución: Claudia Valiente, quien es funcionaria de la Dirección de Asesoría Jurídica del Viceministerio de Trabajo y tiene un sueldo de G 4.694.375, y Pedro Ramírez Apestegui, quien es jefe interino del Dpto. de Dictámenes de Relaciones Laborales y percibe una remuneración de G 9.490.000.

Otra situación que no pasó desapercibida en este último tramo de la administración de Abdo fue la designación de la exasesora de imagen de la primera dama Silvana Abdo, la joven Fiorella Ricciardi, como representante diplo­mática de la República del Paraguay ante Canadá, como primera secretaria y cónsul de primera clase, con categoría D26. Con este distin­guido cargo le corresponde un salario básico mensual de USD 4.505, a los que se suman otras bonificaciones, pago de alquiler y desarraigo con­forme a la escala de las Nacio­nes Unidas.

El equipo de transición no pide al Gobierno actual que pare el Estado, sino que desista de aquellas movidas que no son urgentes y necesarias. Sin embargo, lejos de tomar nota al pedido del equipo entrante, el mandatario saliente Mario Abdo Benítez trató de histéricos a los designados por Santiago Peña, y con esto se ratificó en que seguirá con su rapiña antes de dejar el cargo.

About Author

Suscríbete

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial