Cómo salvar al IPS: las alternativas que deberá barajar el próximo Gobierno

Es apremiante la restructuración financiera del Instituto de Previsión Social (IPS), por lo que será una tarea necesaria a ejecutar cuando el próximo Gobierno asuma la conducción del país. Las alternativas que se barajan sobre la mesa y sus respectivas implicancias.

El fondo de salud de la previsional, que incluye la atención médica, la provisión de medicamentos, insumos médicos, y subsidios por enfermedad y maternidad, sufre en la actualidad de graves desequilibrios financieros, lo cual se traduce en la desesperada decisión del Congreso de aprobar créditos por US$ 240 millones para que el IPS pueda saldar la deuda que tiene con sus proveedores de fármacos e insumos, que asciende a los USD 258 millones.

Esta situación hace preguntarnos cuáles son las alternativas reales que existen para atajar el desfinanciamiento que tiene el IPS con los fondos de salud. ¿Es el eterno bicicleteo de la deuda la solución al endeudamiento de la previsional? Para la Industria Farmacéutica no lo es, atendiendo a que el crédito aprobado no constituye una verdadera solución y solo representa un parche ante el problema central de la institución. Entonces, ¿qué más le queda al IPS?

Ya en el año 2020, como medida para paliar la crisis financiera en el IPS, a raíz del menor aporte obrero-patronal, a consecuencia de la pandemia de Covid-19, se planteó realizar una operación de fideicomiso con los fondos jubilatorios. Esta propuesta pretendía que la previsional pueda monetizar y saldar sus deudas. Sin embargo, la iniciativa no tuvo el acompañamiento deseado y fue retirado por su proyectista colorado Silvio Ovelar. 

Mientras que en actualmente se encuentra cajoneada la propuesta legislativa “De la Gobernanza del Instituto de Previsión Social”, presentada por el senador colorado Stephan Rasmussen. El proyecto plantea modificar la gobernanza del IPS, la forma de elección de los consejeros y que el actual Consejo de Administración pasen a ser un Consejo de Dirección. Además pretende que haya unidad de administración y finanzas independientes en cada uno de los fondos que conforma el IPS de tal manera a asegurarse que no haya un uso cruzado de los fondos de salud y jubilaciones. 

Sin embargo, una normativa que data de la época de Horacio Cartes habilita al Consejo del IPS a hacer inversiones inmobiliarias en su propio patrimonio, en cualquiera de los fondos de la previsional; la ley 5655 en cuestión establece que podrá actuar como fideicomitente o beneficiario en negocios fiduciarios, con o sin transferencia de dominio de inmuebles, hasta un límite equivalente al 40% de las rentas obtenidas por las inversiones y colocaciones financieras correspondientes al ejercicio anterior.

Eduardo Aguayo, integrante de la Asociación de Asegurados del IPS, destacó que la previsional es la institución pública con mayor capacidad de sostenimiento financiero y citó que por ejemplo el Estado paraguayo tiene una deuda histórica con el IPS de US$ 570 millones, que el Ministerio de Salud tuvo que haber transferido unos US$ 170 millones por atenciones que se brindaron a no asegurados durante la pandemia, que existe una deuda de G. 200 mil millones por las atenciones vía amparo judicial y a todo lo anterior se suma la altísima evasión de las patronales. 

Por ello, Aguayo consideró que resulta imposible que un ente como el IPS esté en crisis financiera y cuestionó que no refinancia la deuda con sus proveedores, siendo que tiene la capacidad financiera para ello.

Lamentó que con la normativa sancionada en el Congreso se cubrirá solo una parte de la deuda con las farmacéuticas y que luego necesariamente se deberá recurrir al bicicleteo (adquirir más créditos para pagar los anteriores). No hay forma de sostener crédito, según Aguayo, porque de por sí el presupuesto para la salud del IPS ya resulta precario. Esto lo dijo al tener en cuenta que con lo aprobado por los legisladores, el IPS deberá recortar el 5% de los fondos de salud para pagar la deuda, pero ante la necesidad de adquirir medicamentos luego, se verá obligado a recurrir al fondo de jubilaciones, el cual hasta ahora es el único que genera renta.

En vez de más créditos, Aguayo expuso la necesidad de revisar primero la deuda que tiene el IPS con los proveedores, atendiendo a que a diario se dan a conocer sobrefacturaciones, licitaciones amañadas y negociados en la institución. Ante esto insistió que la Contraloría audite la deuda y que recién tras hacer una depuración se pague. 

Referente al proyecto de la Gobernanza del Instituto de Previsión Social, planteado por Rasmussen, Aguayo consideró que esta medida terminará dividiendo al IPS: por un lado la prestación médica y por otro las jubilaciones. Esto será, a su entender, duplicar y hacer más burocrático el manejo de la institución.

Si bien reconoció que urge reformar la carta orgánica, hay ciertos aspectos que se deben mantener, como por ejemplo el sistema de reparto solidario para que siga habiendo equidad en las jubilaciones y la atención médica brindada a los asegurados, sin distinción del monto aportado.

Finalmente resaltó que desde la asociación de jubilados ven con buenos ojos el planteamiento de Pedro Halley, exgerente de Prestaciones Económicas del IPS, quien propone que la previsional se constituya en una banca de segundo piso, similar al BNF, para así poder manejar su propio dinero y no tener que estar obligado a colocar su dinero en la banca privada. Otra cuestión importante es que el IPS reactive su laboratorio y deje de tercerizar la elaboración de medicamentos. 

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