Datos sensibles del Estado paraguayo, regalados en bandeja al Ejército brasileño
El Gobierno de Mario Abdo Benítez realizó un acuerdo entre la Dimabel y la empresa Compañía Brasileña de Cartuchos (CBC), otorgando una concesión directa de un bien público estratégico militar a la empresa en la que también es accionista el Estado brasileño mediante su Ejército.
La empresa con la cual se acordó la entrega de la fábrica y el personal de la Dimabel para la producción de municiones, es la firma Compañía Brasileña de Cartuchos Mercosur (CBC). La misma posee un largo historial en el vecino país, al ser una empresa fundada en el año 1926.
De acuerdo con su página web, en 1979, fue nacionalizada en el Brasil con sus acciones distribuidas en un 70% a un grupo de empresarios y directores, y un 30% a la Empresa Estatal Brasileña de Industria de Material Bélico de Brasil (Imbel). Esta se trata de una firma que está vinculada al Ministerio de Defensa del país vecino, a través del Comando del Ejército, de acuerdo con su información pública.
Es decir, el proyecto de inversión privada bajo el régimen de maquila que se anunció con bombos y platillos durante el Gobierno de Mario Abdo Benítez se realizó nada más y nada menos que con una empresa vinculada directamente al Ejército brasileño.
Mediante un acuerdo muy cuestionado se hizo una concesión directa de un bien público estratégico militar del Paraguay al Brasil, lo cual genera muchas incertidumbres sobre cuál sería la finalidad real del pacto que a todas luces es uno entreguista al atentar contra la soberanía nacional.
La propia Contraloría General de la República confirma en su informe que el acuerdo de entendimiento con la CBC, se dio acceso ilimitado a toda la información confidencial de la Dimabel, sin considerar la protección por cuestiones de seguridad nacional de los datos sensibles, teniendo en cuenta que la institución en cuestión es una unidad militar del Estado Paraguayo que recibe, administra y genera datos que atañen a la seguridad nacional y que están calificados de carácter confidencial y restringido.
Por ello, la Contraloría concluyó que resultaba imprudente establecer una amplitud a una empresa privada extranjera, que podría estar vinculada a un número indeterminado de personas físicas y/o jurídicas.
Ahora queda la interrogante si el Brasil tuvo acceso o no a la información confidencial de nuestro país mediante el acuerdo entreguista concretado durante el Gobierno de Mario Abdo Benítez, a través de su “militar mimado”, el general Aldo Ozuna, quien hoy pretende desligarse del cuestionado pacto firmado durante su administración en la Dimabel.
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