Dimabel cómplice de entrega de soberanía a empresa brasileña

A fines del año pasado la agencia oficial del gobierno anunciaba con bombos y platillos la instalación en Paraguay de la empresa Companhia Brasileira de Cartuchos (CBC), luego de una misión económica al Brasil del Ministro Luis Castiglioni. El proyecto de inversión privada bajo el régimen de maquila era con ofrecimiento de capacitación de la DIMABEL.

Según Castiglioni el proyecto sería:“Primeramente, la inversión sería de unos 20 millones de dólares con la contratación de 80 funcionarios en forma directa. Durante la segunda y tercera etapa, se prevé la compra de un terreno para la construcción de un parque industrial de 10 hectáreas en regiones no pobladas y de fácil acceso al Río Paraguay, que tendrá una inversión de aproximadamente 100 millones de dólares. Como parte del proyecto, la CBC se compromete a proporcionar asesoría, apoyo, capacitaciones y asistencia a la planta de industria bélica que será implementada en Paraguay, y estará a cargo de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), localizada en la ciudad de Piribebuy, Cordillera. La empresa cuenta con dictamen positivo del Consejo Nacional de las Industrias Maquiladoras de Exportación (Cnime), del Consejo de Inversiones de la ley 60/90 y del Ministerio de Defensa Nacional para invertir en Paraguay. No obstante, necesita la autorización de la Dimabel para oficializar la instalación”.

Pero los discursos y acuerdos al momento de su ejecución tuvieron un cambio total de planes y sorpresas bastantes llamativas. Lo que se anunciaba y se encontraba en tratativas era la llegada de una importante inversión de una empresa líder a nivel mundial en su rubro – que gestionó ampararse en los beneficios fiscales de los regímenes de la ley 60/90 y de maquila – y que además ofrecía cooperar con capacitación técnica a la histórica, estratégica y casi obsoleta industria bélica nacional.

El 5 de abril de 2022, se firma un Acuerdo Previo de Entendimiento que vincula a las partes mencionadas en el título del presente acápite. La firma se realizó en la sede del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), con la participación del Ministro Luis Castiglioni y del Ministro de Defensa Nacional, Bernardino Soto Estigarribia.

La comunicación oficial del MIC no difiere mucho de los anuncios relacionados con la inversión y capacitación, salvo el detalle mencionado por el Ministro Soto de que será utilizada mano de obra calificada de militares retirados.

Por su parte, la DIMABEL menciona en su gacetilla que entre las actividades a ser desarrolladas en virtud al Acuerdo:

“CBC MERCOSUR contrate a la DIMABEL para la industrialización por encomienda de municiones en las instalaciones de la DIMABEL, de manera que, ésta última pueda utilizar el 100% de su capacidad fabril. En dicho caso, la CBC MERCOSUR proveerá de las materias primas e insumos necesarios y será responsable por la comercialización de las citadas municiones”.

Analizado el Acuerdo firmado, en ninguna parte se hace referencia a algún plan de inversión de millones de dólares, adquisición de 10 hectáreas para sus instalaciones, ni generación de mano de obra calificada, tal como se venía anunciando conforme a las presentaciones realizadas ante las diversas entidades del Estado.

Todo eso quedó en el olvido, para acordarse un modelo de producción absolutamente distinto que nada tiene que ver con las negociaciones previas.

En la práctica, CBC MERCOSUR terceriza su producción de municiones en las instalaciones de la DIMABEL, con maquinarias y personal de la DIMABEL, siendo su única contraprestación para toda esta infraestructura a su disposición la capacitación del personal de producción; proveerá las materias primas e insumos necesarios hasta elevar al 100% de la capacidad fabril, y comercializará los productos terminados, gozando en ambos casos de los beneficios fiscales de los regímenes de la ley 60/90 y de maquila.

Si CBC MERCOSUR requiriera incorporar maquinarias para aumentar la línea de producción o actualizar la planta, también se beneficiaría con dichos beneficios.

Igualmente, si fuera necesario incorporar una mayor cantidad de personal para aumentar la producción, recurrirá a funcionarios jubilados de la DIMABEL. Éstos serán capacitados por la misma empresa, a sabiendas de que los mismos ya perciben sus haberes jubilatorios, con lo cual fácilmente podrán persuadirlos de aceptar remuneraciones muy por debajo de lo que un mercado no distorsionado demandaría; la jubilación como una subvención a favor de la empresa.

Todo esto durante el plazo de cinco años en los que CBC MERCOSUR lucrará con la infraestructura y personal de la DIMABEL a costo cero, ofreciendo capacitación al personal a su disposición; con materia prima, insumos y maquinaria adicional con beneficios fiscales, que también alcanzarán a sus exportaciones de los productos terminados; y el personal extra que pudiera requerir a costos “subvencionados”.

Ante tantos beneficios para CBC MERCOSUR, cabe preguntarnos cuáles serán los beneficios para la DIMABEL y para el Estado Paraguay; que muy por el contrario otorgará beneficios fiscales a la empresa.

Los grandes beneficios para el país que fueron expuestos en la práctica no se dan y el general Ozuna, puesto en ese sitio por el mismo presidente de la República, será el encargado de velar por todo el proceso. Esto se parece y mucho al acta entreguista de Itaipú que fue armada por el vicepresidente de la República Hugo Velázquez y ejecutada por Joselo, ahora solo cambian los actores, pero el plan parece el mismo.

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