El millonario negocio detrás de la entrega de Dimabel a los brasileños
La Dirección de Material Bélico (Dimabel), con el general Aldo Ozuna al frente, se encuentra envuelta en un mega escándalo por la entrega de la soberanía y el multimillonario negocio de US$ 45 millones a los brasileños. Con burdos justificativos que caen por su propio peso, las autoridades militares defienden el polémico convenio.
Pese a los intentos de defensa, aún existen serias sospechas de un negociado en torno a la entrega de la producción de municiones de la Dirección de Material Bélico (Dimabel) a la firma Compañía Brasileña de Cartuchos (CBC), en violación a la ley y sin un proceso transparente y competitivo que busque los mejores beneficios para el Estado paraguayo.
En su más reciente intento de justificación, el titular de la Dimabel, Gral. Aldo Ozuna, alegó que la institución a su cargo proyecta reactivar la fábrica de municiones después de 20 años, con el objetivo de producir cartuchos para uso interno y con ello generar un cuantioso beneficio al presupuesto estatal.
El director explicó que la operatividad será posible gracias a la alianza con la empresa brasileña y que con la puesta en marcha de la fábrica se comenzarán a producir unos 7.000 cartuchos por hora, lo que permitirá responder fácilmente a la demanda máxima de uso de las Fuerzas Armadas, que en promedio es de 4 a 5 millones de cartuchos al año.
Partiendo de los propios números brindados por Ozuna, se puede conjeturar que con la producción de 5.000.000 de municiones en 2 meses para las fuerzas públicas, y el resto de la producción de 10 meses a ser producidas para CBC y que pueda comercializarlas, implicarían unas 25.000.000 de unidades por año a su disposición. Haciendo un cálculo conservador, hablamos de un negocio de por lo menos US$ 9.000.000 al año, que al multiplicarlo por los cinco años del convenio, da la nada despreciable suma total de US$ 45.000.000.
Si tenemos en cuenta que el plan de la inversión inicial de CBC para instalarse con su fábrica es por US$ 15.000.000, para la producción de 30.000.000 a 40.000.000 de unidades por año; nos preguntamos: ¿cuál sería el interés o apuro de la empresa de invertir semejante suma si “contratando por encomienda” a la DIMABEL durante los 5 años del convenio podrá negociar con la institución de manera bilateral un precio conveniente y sin competencia? Fácilmente podrían financiar su instalación con parte de sus ganancias durante el convenio, o bien marcharse al final del plazo sin realizar ninguna inversión.
Otro dato no menor a tener en cuenta es la afirmación del General Ozuna, respecto a que la fábrica de la Dimabel no produce hace 20 años. ¿Tiene algún sustento esta declaración? Al parecer la respuesta sería negativa. Esto al recurrir a las fuentes abiertas.
En el año 2010, se informó que el entonces presidente de la República, Fernando Lugo, recorrió las instalaciones de la Dimabel, donde justamente se reactivó la fábrica de proyectiles, con una capacidad de producir 3000 balas por hora.
En el año 2014, durante su presidencia, Horacio Cartes destacó la buena producción en esta unidad militar. Cuando eso, el titular de Dimabel, general Carlos Campos Krauer, destacó que producían allí unos 3000 cartuchos por hora, tanto calibre 7.62 mm como de 9 mm, y señaló que buscaban potenciar la producción de los cartuchos de 5.56 mm.
También el actual mandatario Mario Abdo Benítez fue a la fábrica de la Dimabel en Piribebuy para observar su funcionamiento. En mayo del 2019, el mandamás destacó la tecnología y la capacidad de la planta fabril para producir a gran escala y exportar al mercado exterior.
Esos antecedentes echan por tierra el argumento esgrimido por el Gral. Ozuna y reafirman las sospechas que se tienen respecto al negocio redondo en la Dimabel, a favor de la empresa brasileña.
Si hoy mismo no está funcionando la fábrica, ya es responsabilidad exclusiva del General Ozuna, por lo que resulta hasta grotesco que a estas alturas siga defendiendo el cuestionado convenio entreguista, frente a las claras evidencias que pesan sobre el mismo.
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