El transporte público sigue siendo una materia pendiente: pasajeros padecen
El transporte público en el área metropolitana enfrenta desafíos significativos que requieren una atención urgente. A pesar de las promesas del Gobierno de priorizar este aspecto crucial, la implementación de soluciones estructurales sigue siendo insuficiente.
La Organización de Pasajeros del Transporte Público del Área Metropolitana de Asunción (OPAMA) viene reclamando a las autoridades la implementación de medidas concretas, tanto a corto y largo plazo, para mejorar el servicio brindado a la ciudadanía.
Desde ese sector organizado insisten en una planificación centralizada del sistema basada en las necesidades de los usuarios, con la reorganización de las líneas, pasando a un sistema ramal y troncal con transbordo gratuito y con frecuencia adecuada.
Los pasajeros abogan por una inversión estatal que priorice el transporte público, de modo a la implementación de obras de infraestructura vial que pongan primero al transporte público, como carriles exclusivos, paradas cómodas y seguras, e inversión en nuevos colectivos y otros medios de transporte público como prioridad de Estado.
Los usuarios señalan la necesidad de una transparencia radical y transversal a todo el sistema de transporte público, de modo a conocer desde los detalles de las concesiones a las empresas operadoras hasta el posicionamiento en tiempo real de los colectivos, para que los ciudadanos puedan servir de contralores del servicio. En ese sentido también solicitan que exista un ente regulador fuerte con participación ciudadana que pueda realmente ejercer el control debido sobre las empresas operadoras.
Asimismo, insisten en el acceso al pasaje estudiantil para los alumnos en todos los niveles educativos, garantizar la accesibilidad para personas con discapacidad y movilidad reducida, y el cumplimiento del pasaje gratuito para este sector, como así también un transporte digno para las personas adultas mayores, y transporte sin acoso a mujeres y niñas.
El Gobierno debe cumplir con su trabajo de control del servicio y sanción a las empresas que no cumplen con las resoluciones vigentes y criterios de buen servicio. Desde OPAMA cuestionan al respecto que esta administración continúa con la resolución Nro. 290/21 y la Nro. 58/23 de la época de Víctor Sánchez que legaliza las reguladas e impone sanciones irrisorias, además sigue con la política de puertas cerradas para el consejo Ad Hoc de Billetaje Electrónico y del Consejo Tarifa Técnica.
Desde OPAMA vienen realizando varios reclamos al Viceministerio de Transporte, pero estos no son atendidos. De acuerdo con la organización civil, entre las cuestiones pendientes figuran: mejorar la frecuencia de buses, cumplir el boleto estudiantil y garantizar los derechos laborales de los trabajadores de las empresas transportistas.
La lista de pedidos además incluye la identificación y sanción a empresas que cobraron indebidamente por pasajeros fantasmas, la publicación de los horarios de los buses y monitoreo del cumplimiento de la frecuencia, el servicio nocturno para los estudiantes universitarios, y el cumplimiento de la ley 1334/98 de Defensa del Consumidor y del Usuario.
Además, los pasajeros organizados pidieron a las autoridades que apliquen una política de transparencia, ya que en muchos casos se deben solicitar documentos vía Acceso a la Información Pública, ante la carencia de datos en la página web. Justamente, una de las principales trabas que encuentra OPAMA es la falta de información en los portales públicos, por lo que resulta complicado hacer un seguimiento administrativo de las empresas multadas por incumplimientos, pese al argumento del Viceministro de Transporte, Guido Benza, quien aseguró públicamente que existe un listado de las firmas transportistas sancionadas.
Desde la organización de pasajeros también desconocen las razones por las cuales el Gobierno anterior resolvió derogar la resolución que obligaba a renovar la flota de buses, requisito que era aplicado anteriormente para condicionar el pago de subsidio estatal.
Considera además que las soluciones que propone la administración actual son simples parches, al no dar señales de querer desarrollar un plan que resuelva los problemas estructurales del sistema.
Si bien el Gobierno Nacional manifestó que el transporte público sería su prioridad, de momento únicamente se implementó el plan piloto de carril exclusivo y las paradas obligatorias en la Transchaco, lo cual resulta aún muy poco, y por ende, la administración actual debe apostar por otras soluciones estructurales, como por ejemplo el tren de cercanías. Sobre el punto, desde OPAMA consideran que esta opción podría ser una buena alternativa, pero abogan por hacerla correctamente para que no corra con la misma suerte que el proyecto Metrobús.
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