Festín de Marito: rapiña por “vía de la excepción” pone en jaque las arcas del Estado

Marito Abdo Benítez.

La modalidad de la vía de la excepción se convirtió en la herramienta de compras públicas preferida del Gobierno saliente de Mario Abdo Benítez, siendo esta una excelente oportunidad para asestar los últimos hechos de corrupción en la función pública a través de los descontrolados procesos de contrataciones antes del cambio de mando.

El jefe de gabinete del Poder Ejecutivo, Hernán Huttemann, quien fue designado por Mario Abdo para el equipo de transición de Gobierno, presentó un informe de Contrataciones Públicas en el cual rechazaba el “carnaval” de licitaciones que realiza la administración saliente, al exponer cifras comparativas de gobiernos anteriores.

De acuerdo con los datos de Contrataciones Públicas, entre los meses de enero y mayo del año 2013, de la era Lugo-Franco, hubo 2177 procesos de contrataciones. En esos mismos meses del año 2018, del gobierno de Cartes, se registraron 1849 procesos. En tanto que, en lo que va de este 2023, en la salida de Marito, hay 1181 compras públicas.

Huttermann defendió que la cantidad de licitaciones dentro de este período de transición no es anómala y no registra mayor cantidad en comparación a los anteriores.

A simple vista se puede notar que existe menor porción de procesos de compras públicas en la actual administración del Estado al cotejar los números. Pero, al escudriñar más a fondo se descubre que en realidad lo trascendental es que el Gobierno de Abdo supera ampliamente a sus antecesores en cuanto a los montos globales.

Si bien esta administración tiene menor cantidad de contrataciones, el valor de estas se disparan a la suma total de G 371.939.988.431. Mientras que su predecesor Horacio Cartes llegaba solo a G 192.316.836.971 y Federico Franco a G 267.025.914.679.

Además de estos importantes valores en términos monetarios, otro dato que llama poderosamente la atención es la cantidad de contrataciones que se dan por vía de la excepción, que son mucho más altos en el Gobierno actual que en los anteriores. Tal es así que de enero a mayo del 2013, el monto de estos contratos se situaba en G 165.288.137.940; en el 2018 fue de G 58.264.553.592, y finalmente en este 2023 el monto llega a los G 267.857.476.402.

De acuerdo con la norma vigente, esta herramienta constituye una excepción a la licitación y debe entenderse como una adjudicación directa. El art. 33 de la Ley 2051/03 establece que “las Convocantes, bajo su responsabilidad, podrán llevar a cabo los procedimientos de contratación, sin sujetarse a los de la licitación pública o a los de licitación por concurso de ofertas”. La justificación para hacer las compras por esta vía se sustenta en la urgencia justificada, en casos de desastres naturales, de emergencias, las compras para la seguridad de la república, entre otros.

Es por ello que resulta llamativo el procedimiento escogido por esta administración para llevar adelante la mayoría de las compras públicas, siendo que la vía de la excepción debe ser efectivamente una condición singular, no así la regla común.

La pauta de la actual administración de ejecutar contrataciones vía excepción a mansalva y los montos que se destinan de las arcas del Estado, desmienten por completo la versión oficial de que existe la misma cantidad de licitaciones en las tres transiciones de Gobierno. Con las adjudicaciones por vía de excepción, el equipo de Abdo está realizando vito con el dinero público y coloca en una situación complicada al equipo de Santiago Peña, el cual podría encontrarse con el fenómeno de la “caja vacía” cuando asuma la conducción del país.

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