Las expectativas y los desafíos que encuentra Santiago Peña

En una histórica jornada, marcada por una solemne ceremonia, fuimos testigos de un trascendental hecho: la asunción al mando de Santiago Peña Palacios, el flamante presidente del Paraguay, quien tendrá en sus manos la ardua tarea de llevar adelante las riendas de un país que sale de un quinquenio marcado por la crisis económica, política, sanitaria y social. 

El economista y político de 44 años se convirtió este martes en el presidente 51° de la República de Paraguay y el décimo de la era democrática tras la dictadura de Alfredo Stroessner.

El nuevo mandamás formó parte del directorio del Banco Central de Paraguay y fue el Ministro de Hacienda, por lo que su gestión estará fuertemente marcada por las medidas económicas en pos de mejorar la situación de los miles de paraguayos que pasan por momentos difíciles. En ese sentido una de sus principales promesas es la creación de 500.000 empleos en el sector privado.

En los diversos ámbitos existen muchas expectativas con la llegada de este gobierno, algunas sumamente positivas, otras más prudentes, pero sin dudas todas coinciden en la puesta de fe a esta administración que hizo cautivadoras promesas en campaña, las cuales ahora deberá ponerlas en marcha.

Siempre es alta la expectativa ciudadana al darse el cambio de mando presidencial, ya que se espera que la nueva autoridad aborde los desafíos y problemáticas que afectan al país. Los ciudadanos aguardan un gobierno comprometido con el desarrollo económico, la generación de empleo, la educación y la salud accesible para todos. Además, desean que haya una gestión enfocada especialmente en conseguir poner fin a la inseguridad reinante.

En las calles el pedido de la población paraguaya se da de manera unánime: que haya más seguridad, salud, educación y trabajo, para que de esta forma se tenga una mejor calidad de vida.

El desastroso paso del Gobierno anterior deja un sabor agridulce en parte de la ciudadanía que ve con cautela la llegada de una nueva administración pública. Desde los sectores más vulnerables reclaman el constante abandono al cual son sometidos por las distintas autoridades y esperan que las actuales finalmente oigan sus pedidos y les brinden respuestas satisfactorias.

A partir del traspaso de poder concretado en la mañana de este martes, los 100 primeros días de gobierno serán clave para divisar el rumbo que tendrá el país durante este mandato.

Entre los principales desafíos del Gobierno de Santiago Peña figura el clamor ciudadano respecto al crecimiento económico, con la generación del empleo y el mejor nivel de vida de la población, mediante un equilibrio entre el desarrollo económico y la distribución equitativa de los beneficios.

Combatir la inseguridad reinante, y mejorar la educación, la salud y la infraestructura, son otras de las prioridades para los ciudadanos. Es por ello que el desafío consistirá en garantizar un acceso igualitario a estos servicios, especialmente para las comunidades más vulnerables y rurales.

Así también, la corrupción es un problema persistente en Paraguay y la población espera que el nuevo gobierno tome medidas efectivas para combatirla, tales como el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la transparencia y rendición de cuentas, así como la promoción de una cultura de integridad en todos los niveles.

El cambio de gobierno genera expectativas en diversos ámbitos y a la vez presenta desafíos significativos que deben ser abordados con determinación y voluntad política.

Con el nuevo Gobierno se renuevan las esperanzas y será tarea de las autoridades que asumieron este martes, llevar en alto la ardua tarea que será la conducción de un país que pide a gritos un mejor porvenir.

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