Los cuatro grandes proyectos sepultados por el gobierno de Marito

Mario Abdo Benítez, expresidente de la República. Foto: Archivo.

El Gobierno de Mario Abdo Benítez desmoralizó al grupo Lince, abandonó el barrio modelo San Francisco, no movió un dedo para construir el edificio de la Universidad Taiwán y frenó el plan para la construcción de las viviendas.

De acuerdo al sentido común, todo aquello que está bien hecho debe mantenerse o potenciarse, pero bajo ninguna circunstancia dejarse de lado. Eso al parecer desconoce el Gobierno de Mario Abdo Benítez, el cual lejos de impulsar los proyectos creados por la anterior administración pública a favor de la ciudadanía, se encargó de sepultarlos.


Es así que ya nada queda de aquel eslogan “Marito de la gente” con el que impulsó su campaña presidencial y luego quiso enmarcar su gestión pública. Hoy, el “Gobierno de la gente” dista mucho de serlo al ir en contra del bien común.
A tres años del gobierno actual, hacemos un recuento de los grandes proyectos que fueron sepultados por el actual gobierno, motivados tal vez por el odio a todo lo que se hizo en el gobierno anterior. 


DESMORALIZACIÓN DEL GRUPO LINCE


La Unidad de Operaciones Motorizadas, más conocida como el Grupo Lince, fue creada en el año 2017. Con una fuerte presencia en las calles, los agentes uniformados marcaron un hito en la lucha contra la delincuencia en Paraguay. Al principio esta iniciativa fue muy aplaudida por la ciudadanía, atendiendo que tan solo a un mes de su creación, la estadística de la delincuencia bajó un 70%, según el excomandante de la Policía Nacional Luis Carlos Rojas.


La rápida acción de estos efectivos policiales los hizo muy populares y las comisarías de todo el país comenzaron a pedir por más uniformados motorizados para cubrir los territorios conflictivos. Inclusive los niños comenzaron a verlos como unos superhéroes y los invitaban a sus fiestas de cumpleaños. 


Eran la sensación del momento, pero esta imagen fue completamente pisoteada y devaluada con la llegada de Mario Abdo Benítez al poder. Lo que comenzó con la desmoralización de la fuerza de seguridad, terminó con el recorte de los recursos para evitar que siga operativa al 100%.


Desde el primer momento, la principal figura que arremetió contra los “linces” fue el entonces ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor. El integrante del primer anillo de Marito obligó a los agentes a despojarse de los tapabocas y filtros de aire que usaban, además de utilizar los portanombres identificatorios. Estas medidas, muy cuestionadas en esa oportunidad, fueron eliminadas cuando asumió en el cargo Euclides Acevedo.


Con el paso de los meses, el Grupo Lince fue dejado de lado en la estrategia de seguridad ciudadana, lo cual repercutió en el incremento del índice de delincuencia en las calles y en el consecuente pedido de la ciudadanía para que vuelva el personal policial motorizado. Recién tras este clamor del pueblo, el Gobierno dio el brazo a torcer, al recular en sus pretensiones de socavar la iniciativa que impulsó la administración de Horacio Cartes.


Los recursos necesarios para mantener operativo el grupo Lince dependen de un convenio con la entidad binacional Yacyreta, el cual no se caracteriza por la rapidez en los trámites dejando varias semanas inclusos meses motos caídas por falta de reparación.

NO SE PUSO UN LADRILLO PARA LA UNIVERSIDAD TAIWÁN

Con el objetivo de tener un excelente talento humano para atraer mayores inversionistas al país, en el 2017 Paraguay y Taiwán acordaron la instalación de una universidad tecnológica en el país. Así, al año siguiente, nació la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay, otro de los grandes proyectos del gobierno de Cartes, que desafortunadamente fue dejado de lado por la actual administración.


El exministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, fue uno de los que firmó el acuerdo con su par taiwanés. En su momento destacó que Paraguay iba tener una de las mejores universidades tecnológicas de América Latina de la mano de la cooperación de Taiwán. Sin embargo, hoy lamenta que no se haya puesto un solo ladrillo para la sede edilicia de la casa de estudios.


Hay que recordar que el acuerdo entre ambos gobiernos estipulaba que Taiwán enviaría a sus docentes de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán (TaiwanTECH, por sus siglas en inglés) y Paraguay construiría una sede propia. Taiwán cumplió con lo pactado, pero Paraguay no.“Te regalan una universidad y lo único que tenés que hacer es el edificio, pero sos tan inútil de no poner el primer ladrillo, entonces la señal para Taiwán es que a estos tipos no les calienta”, cuestionó Leite en entrevista con radio Universo 970.


Así también el expresidente Horacio Cartes reclamó recientemente la dejadez del gobierno en torno a este importante proyecto hecho en conjunto con Taiwán.Como hace tres años está parado el inicio de la construcción, hasta ahora la universidad funciona de “manera temporal” en el predio prestado por el Comité Olímpico Paraguayo.


Carlino Velázquez, rector interino de la Universidad, justificó en entrevista con radio UNO 650 AM que aún la Municipalidad de Asunción no otorgó el permiso correspondiente para la obra a ejecutarse en un sector del predio del Parque Guasu. Además alegó que la pandemia del Covid-19 ocasionó algunos inconvenientes.

ABANDONO DEL BARRIO SAN FRANCISCO

Otra de las grandes falencias del gobierno actual fue el completo abandono del barrio modelo San Francisco de Zeballos Cue, la emblemática obra de Cartes que permitió reubicar a las más de mil familias provenientes del bañado Norte, la Chacarita y Zeballos.

El ambicioso proyecto fue impulsado por Itaipú Binacional y la anterior Senavitat, y pretendía ser único en su tipo debido a su envergadura. Sin embargo, con la actual administración, el barrio modelo rápidamente fue dejado de lado. Basuras acumuladas, escasa presencia policial y actos de vandalismo eran las características constantes del barrio, pero las autoridades hacían oídos sordos a la necesidad de los vecinos que deseaban vivir en paz.

En estos días de vuelta el nombre del barrio San Francisco estuvo en boca de todos, tras exponerse la pelea a machetazos entre dos peligrosos hombres. Nuevamente los vecinos suplicaron mayor presencia policial y el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, reconoció públicamente que ni estaba enterado de la ola de delincuencia que se apoderó de ese lugar.

Recién tras mediatizarse dicha pelea, el Gobierno de vuelta salió a prometer mayor seguridad a los pobladores.

FRENAZO A LAS VIVIENDAS SOCIALES

En los últimos años, el programa de las viviendas sociales sufrió un frenazo al no seguir con la línea del gobierno antecesor.

Según el balance anual de Gestión pública de la entonces Senavitat de la era Cartes, el año 2014 cerró con la ubicación de unas 18.070 viviendas del periodo 2011-2014, de las cuales 5.508 estaban en ejecución, 7.498 en licitación, 3.120 paralizadas y 1.944 culminadas.

En cuanto a las paralizadas, la institución logró reiniciar ese año la construcción de unas 1.248 viviendas.

Al año siguiente, en el 2015, la institución informó que logró culminar 10.095 viviendas, de las cuales 6.944 habían iniciado ese mismo año.

Para mitad del 2018, Senavitat ya llevaba administradas más de 37.000 viviendas. De las cuales unas 30.000 estaban culminadas y las restantes en ejecución o en proceso de inicio, por lo que quedaron a cargo del siguiente gobierno.

A mediados del 2018, con la llegada de Marito Abdo, la Senavitat pasó a ser el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), el cual prometía potenciar el acceso a la vivienda y hábitat, priorizando a las familias de escasos recursos.

La promesa del entonces ministro Dany Durand fue de llegar a las 80.000  viviendas, pero a nueve meses de haber asumido el cargo no culminó ninguna.

Según los antecedentes, al cierre del 2019 se construyeron 6.344 viviendas para las familias más necesitadas. La meta fue llegar a las 11.171. El reporte de ese entonces menciona que había 5.682 viviendas en ejecución y 3.000 viviendas a iniciar.

El año siguiente cerró con la culminación de 6.689 viviendas; la mayor parte fue construida por el programa Fonavis. Al cierre del ejercicio del 2020, unas 2.741 viviendas se encontraban en ejecución y 1.593 viviendas a iniciar, con proyectos aprobados y a espera de desembolso.

Ese año, Durand había cuestionado el recorte al presupuesto de su institución, lo cual iba a repercutir negativamente en la construcción de las viviendas para el pueblo.

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