“Medicina orofacial”, moda importada de Brasil sin regulación en Paraguay y que puede ser mortal

“Medicina orofacial”, moda importada de Brasil sin regulación en Paraguay y que puede ser mortal. Foto: Referencial.

La armonización orofacial, o simetrización facial, es una receta traída del Brasil que se está popularizando localmente de manera acelerada y sin control alguno, pese a ser una práctica peligrosa si no se realiza con los conocimientos necesarios. Si bien no son actos odontológicos, estos tratamientos faciales son ofertados por profesionales de esa rama de la medicina mediante las redes sociales. Los precios muy accesibles hacen muy atractivo este lucrativo negocio de la belleza.

La Armonización Orofacial es un conjunto de procedimientos terapéuticos y estéticos que tienen por objetivo armonizar estética y funcionalmente la boca y la cara. Esta disciplina promete rejuvenecer, modificar y dar armonía al rostro de una manera natural, atenuando los efectos del envejecimiento, cirugías o accidentes. Estos tratamientos están cobrando mucho protagonismo en los últimos tiempos de la mano de la odontología, luego de que estos profesionales de la medicina incursionaran más allá de la sonrisa y la boca. Se popularizó en Brasil y rápidamente esa moda fue traída a nuestro país.


Una de las técnicas más utilizadas es la aplicación de toxina botulínica para la corrección de arrugas o líneas de expresión. También hay el relleno con ácido hialurónico para corregir surcos, arrugas faciales más profundas o para dar volumen a zonas como labios y pómulos.

Con la Lipoplastia de papada, aplicando ácido desoxicólico, se busca definir el borde de la mandíbula, dando un contorno más definido. En tanto que los hilos tensores con suturas reabsorbibles prometen tensionar la piel y estimular la formación de colágeno, dándole un aspecto más firme.


Otra técnica es el Plasma Rico en Plaquetas (PRP), el cual es un concentrado que se obtiene directo del paciente de forma ambulatoria. La infiltración se hace mediante jeringas en las zonas seleccionadas para mejorar o corregir.
También existen otros tratamientos como la rinoplastia y la bichectomía, que son procedimientos quirúrgicos que requieren de la participación de un cirujano plástico y un médico anestesiólogo, sin embargo, ya es habitual encontrar ofertas en las redes sociales para hacerse estos procedimientos en los consultorios odontológicos.


LA SITUACIÓN EN BRASIL CON ESTA PELIGROSA MODA


La medicina orofacial se volvió tendencia en el vecino país y rápidamente generó conflictos entre las sociedades médicas, por un lado la de cirujanos plásticos y dermatólogos, y por el otro lado la de los odontólogos. Esto sucedió en medio del reporte de varios casos de pacientes que quedaron con el rostro deformado tras estas intervenciones hechas sin las garantías necesarias.


El año pasado, el propio Consejo Federal de Odontología del Brasil tuvo que frenar una explosión de dentistas que realizan cirugías que son responsabilidad exclusiva del médico. En una resolución, determinó que las intervenciones en el rostro que están prohibidas a sus profesionales son alectomía, blefaroplastia, lifting de cejas, otoplastia, rinoplastia y lifting facial. Tampoco pueden realizar intervenciones en diferentes áreas anatómicas de la cabeza y el cuello. No obstante, sí les autorizó el uso de toxina botulínica y el ácido hialurónico.


En el plano judicial aún se debaten las acciones legales impulsadas por el Consejo Federal de Medicina del Brasil, el cual pretende restringir el campo únicamente a los dermatólogos y cirujanos plásticos, excluyendo a los dentistas por su falta de preparación para esa labor. Mientras esto ocurre, el negocio de la estética facial sigue floreciendo vertiginosamente en Brasil y lo mismo se da en el nuestro.


PARAGUAY ESTÁ DESFASADO


En el plano local,  los actos médicos están bien detallados, pero existen varias lagunas legales en cuando a los actos odontológicos. En nuestro país existe un protocolo ya obsoleto, lo cual deja el campo libre a los dentistas a incursionar en estas prácticas médicas.


El decreto N. 22.439, por el cual se reglamenta el ejercicio de la odontología en todo el territorio de la república, data del año 1998. El documento no delimita todos los actos odontológicos y tampoco prohíbe puntualmente las prácticas que actualmente se realizan en los consultorios.


De modo a intentar conseguir un “parate” a la cuestión, en el año 2019, la Dirección General de Control de Profesionales, Establecimientos y Tecnología de la Salud, dependiente del Ministerio de Salud, emitió un comunicado en el que recordaba la vigencia del dictamen A.J. Nº 182/19 en el que se establece que los actos como los de aplicación de sustancias de relleno, hilos tensores, toxina botulínica, plasma rico en plaquetas, extirpación de lesiones en piel como nevus, tumores, extirpación de bola de bichat, lipólisis de papada, rinomodelación, y cualquier otro procedimiento invasivo y quirúrgico, son competencia exclusiva de profesionales médicos.


Estos procedimientos no pueden realizarse en consultorios o centros odontológicos, peluquerías, spa, centros de estética y otros establecimientos que no estén a cargo de profesionales médicos especialistas habilitados.
La institución sí aclaró que los odontólogos con especialidad en cirugía maxilofacial pueden realizar los procedimientos dentro del área de su competencia.


CURSOS EXPRÉS DE FIN DE SEMANA 


Sin embargo, en la práctica, algunos profesionales odontólogos aprenden en cursos de un fin de semana a cómo proceder en la parte estética, pero no así a cómo actuar ante una emergencia en el caso de ocurrir un problema durante el procedimiento. Estos diplomados o cursos exprés impartidos por docentes que traen las novedades del Brasil no cuentan con el aval del Consejo Nacional de Educación Superior (CONES).Al ser un negocio rentable, la enseñanza de estos tratamientos se vuelve muy comercial y cada vez son más los odontólogos que incursionan en esta nueva modalidad.


SEDACIÓN DE PACIENTES EN CLÍNICAS ODONTOLÓGICAS


Pero la cuestión no solo termina allí, otro grave inconveniente que se registra en la profesión es la sedación que se realiza sin supervisión en las clínicas odontológicas. Tal es la gravedad de la situación que días atrás una niña de tan solo 9 años falleció tras aparentemente una sobredosis de anestesia.Las clínicas odontológicas no están preparadas para monitorear al paciente que está en hipnosis médica y tampoco para dar respuesta en el caso de existir complicaciones. Para evitar más muertes de este tipo, urge una normativa clara en Paraguay que delimite hasta dónde pueden llegar los actos odontológicos.

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