Ni algodón hay en IPS INGAVI: sigue el calvario por falta de insumos y medicamentos

Los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), que mensualmente realizan sus aportes para recibir una buena atención médica, nuevamente se ven obligados a hacerse cargo de los gastos ante la falta de insumos y medicamentos. Los familiares de los internados en terapia intensiva deben recurrir a las tradicionales polladas para aguantar la terrible situación que se ha vuelto ya en una constante.

Un gasto promedio de 500 a 700 mil guaraníes por día, esto sin contar los gastos de alimentación y combustible, tienen los familiares de los pacientes internados en IPS Ingavi al tener que comprar varios insumos y medicamentos, algunos de ellos excesivamente costosos.


A diario se observa un habitual escenario en ese sitio: apostadas frente a la entrada del hospital, las personas aguardan ser llamadas para recibir las recetas de los fármacos que están en falta en la farmacia interna. Tras recibir el papel no hay tiempo que perder e inmediatamente deben ponerse en campaña para ir hasta la farmacia privada más cercana para buscar el insumo o medicamento solicitado.


El equipo de la Caja Negra accedió a varias de estas recetas entregadas a los familiares. En todos los documentos hay un vergonzoso punto en común: un sello de la farmacia de la previsional que dice en mayúsculas “SIN EXISTENCIA”.
Desde suero, antibióticos, sondas, cloruro de potasio, hasta inclusive algodón son requeridos desde la previsional. En algunos casos los medicamentos son muy costosos y las familias de escasos recursos se ven sumidas en una terrible desesperación al tener que rebuscarse para conseguirlos.

 
Atendiendo a que muchos de los internados no son pacientes con Covid y no existe un fondo de cobertura para ellos, sus familias tienen gastos que trepan hasta las nubes. Algunas ya vienen gastando 50 millones de guaraníes en la compra de los elementos que están en falta.


Ante esta deficiencia del sistema de seguridad social en materia de salud, nuevamente las polladas financian el elevado costo que conlleva la internación, pese a que mes tras mes los asegurados aportan a la previsional. Durante un recorrido por IPS Ingavi se constató que todos los familiares de los internados coinciden que deben hacer actividades para poder comprar los medicamentos.


No pasa un solo día en que no haya pedidos, incluso en horas de la madrugada. Además del quebranto e incertidumbre que conlleva tener a un familiar internado, existe desesperación por el desabastecimiento que existe en el IPS, mientras sus autoridades alegan que muchos procesos licitatorios están en curso y culpan a la burocracia por la lentitud en la reposición de los insumos y fármacos en falta, además del incumplimiento de los proveedores en cumplir los contratos al tener inconvenientes en la importación de los medicamentos a causa de la pandemia.


La promesa de siempre es que pronto se solucionará el problema, pero mientras tanto la ciudadanía debe seguir costeando como pueda si es que quiere que sus pacientes reciban el tratamiento adecuado para superar la enfermedad que los aqueja.

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