Seguros odontológicos: ¿Quién controla?

Las empresas de odontología prepaga ofrecen sus servicios a precios muy ventajosos para el paciente, el cual termina cayendo en el engaño de la falsa publicidad y las prácticas abusivas que se fueron instalando en los últimos años. Lo que promete ser un beneficio para el socio asegurado termina en un tremendo dolor de cabeza.

Un caso expuesto fue el del cantante Héctor Candia, quien había adquirido un plan odontológico de 12 meses, por el cual pagaba mensualmente G. 125.000. Tras finalizar su contrato, quedó debiendo dos meses, pero grande fue la sorpresa cuando tres años después le comenzaron a requerir una deuda de G. 7 millones y medio, bajo el argumento de que debía los dos meses no pagados más los tres años que el servicio siguió vigente, ya que como no había cancelado, el contrato se renovó automáticamente sin su conocimiento.

La empresa ahora le intima que pague la deuda acumulada de tres años, caso contrario recién ahora será enviado a la lista negra de Informconf, de acuerdo con la denuncia del afectado, quien tuvo que recurrir a la Sedeco para que sea analizada su situación.

Otra práctica, de acuerdo a testimonios recabados por la producción, es la excesiva espera de los pacientes para hacerse algún procedimiento odontológico. Las denuncias coinciden en que muchas veces las clínicas extienden la espera a los asegurados para brindar sus procedimientos, de modo a que sigan pagando por el servicio por mucho tiempo sin que reciban una contraprestación.

En ese sentido, un caso denunciado fue el de una persona, cuya identidad se resguarda, que llegó a contratar a una empresa de seguro odontológico en el año 2021. El contrato fue por 10 meses y se le debitaba automáticamente la suma de G. 110 mil guaraníes. Sin embargo, cuando intentó utilizar su seguro por un fuerte dolor de diente, le comenzaron a poner trabas y pedir estudios para los cuales le daban cita recién para varios días después. Como ya no aguantaba el dolor recurrió a otro odontólogo y este le dio una inmediata solución al problema que le aquejaba. 

Esta es una muestra de lo que ocurre actualmente con algunas ofertas que resultan muy atractivas en las redes sociales y prometen una sonrisa perfecta a cambio de una cuota mensual. Con el paso de los años, las prepagas fueron ganando campo y hoy en día, muchas poseen varias sucursales en todo el país, pero así también fueron apareciendo las denuncias de los asegurados.

Según datos de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), en el año 2022 la entidad recibió 16 reclamos puntuales de usuarios que utilizaban el servicio prepago de las clínicas odontológicas.

Entre las quejas figura la cláusula de renovación automática de los contratos, pese a que esta práctica habitual está prohibida por Ley, según recordó el titular de Sedeco, el ministro Juan Marcelo Estigarribia. Según el informe de la institución, hubo tres casos de este tipo. 

La Ley 5427/2015, que modifica el artículo 28 de la Ley 1334/98 de Defensa Del Consumidor, incluyó los incisos L y M a la normativa para impedir que los contratos se prorroguen automáticamente. En ese artículo se establece que son prácticas abusivas y conllevan a la nulidad de pleno derecho las cláusulas o estipulaciones que prorroguen automáticamente el contrato de duración, si es consumidor no se manifiesta en contra, y además que equiparen el silencio del usuario como una aceptación de la extensión del acuerdo.

Otra queja recurrente son los cobros indebidos, ya que en algunos casos pagaron pese a que el servicio ya había sido cancelado con anterioridad, por lo que solicitaban la devolución del dinero.

La falsa promesa respecto a los alcances del seguro es otra de las denuncias hechas ante la Sedeco. Según la institución, se ofrece un plan completo que a la hora de utilizarlo no cubre todo lo prometido. Por ejemplo, una práctica habitual en años anteriores era ofrecer los brackets (frenillos), pero cuando uno quería colocarse, utilizando su seguro prepago, solo le incluía el tratamiento, no así los insumos que debía terminar abonando el paciente. 

Así también hubo un caso de reclamo por publicidad engañosa, otro que refería que el seguro ofertado por la promotora no coincidía con lo que la empresa deseaba cobrar al momento de utilizar la prestación odontológica y otro por mal servicio.

Respecto a estas prácticas abusivas, el ministro Estigarribia destacó que muchos casos que llegan a su institución terminan saliendo a favor del consumidor, y que el tiempo de demora en resolverse, en los casos más controvertidos, es de 12 a 18 meses, pero hay otros más simples que ya se solucionan en menos 30 días.

En cuanto a la prevención, el ente regulador que debe proteger a los pacientes ante estos casos es la Superintendencia de Salud, la cual se encarga de registrar y controlar a las clínicas y centros odontológicos que cuenten con dos o más sillones.

El superintendente de Salud, doctor Ignacio Mendoza, precisó que en la actualidad existen ocho entidades prepagas registradas en el país que ofrecen el servicio odontológico. Estas prepagas a su vez cuentan con franquicias, tan solo una de ellas (la más importante del mercado) posee 30 locales distribuidos en el país.

Según Mendoza, en el pasado se llegaron a detectar prepagas mau (aquellas no registradas) en Central e Itapúa, además descubrieron que algunas clínicas registradas tenían habilitación para algunos locales, pero no así para otras franquicias que operaban sin estar inscriptas en el Ministerio de Salud, por lo que sufrieron clausuras temporales mientras regularizaban su situación.

Respecto a las quejas de los pacientes, la Superintendencia de Salud recibe reclamos por la mala atención, para lo cual se solicita la colaboración del Departamento de Salud Bucodental del Ministerio de Salud, y también suele recibir, al igual que la Sedeco, denuncias por incumplimiento de los contratos. Con relación a esto último, el organismo de control solicita toda la información, copia de contrato y el caso del paciente, para analizar el expediente. De constatar alguna irregularidad, se intima a la prepago a brindar la prestación o resarcir al denunciante.

No obstante, también sucede, de acuerdo con el superintendente Mendoza, que muchos firman sus documentos sin leer las letras pequeñas, donde se establecen cláusulas a favor de la prestadora de servicio. Ante esta situación, desde la institución recomiendan que siempre la persona que contratará un servicio lea detenidamente sus obligaciones y derechos.

Por su parte, el doctor Luis Álvares, de la Dirección Salud Bucodental del Ministerio de Salud, hizo la salvedad de que su instancia se encarga de habilitar los consultorios de estas franquicias de prepago, no así controlar el cumplimiento del contrato, que ya es una cuestión del ámbito privado.

Si hay una mala praxis de parte del médico odontológico, sí puede hacerse la correspondiente denuncia al Ministerio de Salud y la Fiscalía. En estos casos, la carga legal va contra el profesional que cometió la negligencia, no así contra el establecimiento, de acuerdo con Álvarez.

Para evitar caer en manos indebidas, la Dirección Salud Bucodental recomienda a la ciudadanía verificar la lista de los servicios odontológicos habilitados por el Ministerio de Salud Pública.

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