Vidas en juego: necesaria integración del SEME y del Sistema 911

El sistema de emergencia integrado entre la Policía y el Ministerio de Salud es una herramienta fundamental y necesaria para un abordaje más profundo de la seguridad en el Paraguay y la respuesta brindada a la ciudadanía ante pedidos de auxilio por situaciones de emergencias. 

Lo que en sus inicios se reducía solo a una mirada de seguridad interna fue ampliándose en conceptos y acciones pasando así a una seguridad integral que abarca desde problemas de convivencia, situaciones laborales, de infraestructura, hasta de salud. Así lo considera el exviceministro de Seguridad Interna, Humberto Insfrán, para quien la seguridad es un derecho de los ciudadanos y por ende, la atención a las demandas ciudadanas no se reduce netamente a lo policial.

Según expone Insfrán, el enfoque de seguridad integral contiene alcances de orden disuasivo, preventivo y de intervención, de una manera coordinada, eficaz y eficiente, donde el análisis de los riesgos es un elemento fundamental que facilita la mirada de una seguridad ciudadana más activa. En ese sentido, la intervención de la tecnología en este campo es fundamental por los niveles de avance en la actualidad dándose incluso el uso de la inteligencia artificial en algunos aspectos.

El exviceministro ahonda que, la tecnología es una herramienta clave y que en nuestro país se sentaron bases y es un área de inversión que, como a nivel mundial, se debe seguir creciendo con una mirada innovadora. Trae a colación que el 911 es un número universal que sirve a la seguridad y de soporte al ciudadano en búsqueda de una asistencia lo más inmediata posible. Este servicio posee una mirada de respuesta integral, porque la misma ley que creó el 911 en el año 2012 hace partícipe a 11 instituciones para las atenciones focalizadas.

A nivel internacional las normas técnicas de las respuestas de emergencias y sus procesos están en constante evaluación, y Humberto Insfrán pone como ejemplo que, las normas técnicas NFPA para prevenir incendios, establecen que el 90% de la recepción debe darse en aproximadamente 30 segundos y la derivación o despacho en no más de 60 segundos. En cuanto al tiempo de llegada, algunos países tienen regulación y otros no, por lo que resulta importante contar con distintas herramientas de conectividad para conseguir el resultado en menor tiempo y con optimización de costos.

Resulta clave la coordinación de inversión y de acciones, tal como promueve la ley del 911, y al parecer del exviceministro de Seguridad Interna, se percibe que las actuales autoridades están apostando al desarrollo de un Gobierno electrónico para una gobernanza efectiva y considera en ese sentido que será fundamental seguir por esa línea, mediante la planificación y la definición de indicadores de gestión basados en sistemas de monitoreo y evaluación.

SERVICIOS DE SEME Y 911

En Paraguay, existen distintos cuerpos institucionales encargados de coordinar diversos aspectos de la respuesta y preparación para emergencias. Una de ellas es el Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME), dependiente del Ministerio de Salud Pública.

La mayoría de los siniestros que son atendidos por el SEME son siniestros de tránsitos, en los cuales la atención de urgencias es limitada porque los servicios de emergencias están centralizados, en la mayoría de los casos, en un solo hospital de referencia, escasamente especializados en urgencias médicas, inadecuadamente conectados desde la generación del siniestro pasando por los servicios de asistencia in situ (ambulancias, bomberos, Caminera y Policía) y los servicios médicos de emergencias.

De acuerdo con un informe de la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial y el Ministerio de Salud, referente al Sistema De Atención De Emergencias En Paraguay, el acceso a los servicios de atención de emergencias actualmente no es equitativo, situación que genera brechas en la calidad y en los tiempos de atención. Dentro del Área Metropolitana la atención es brindada en su mayoría por ambulancias del SEME, múltiples cuerpos de bomberos y en pocas ocasiones por servicios de ambulancias privadas. Fuera del Área Metropolitana, la atención de emergencias es dada primordialmente por cuarteles de bomberos voluntarios (con capacitación para primeros auxilios básicos en vehículos no habilitados como ambulancias), apoyados por la Policía Caminera y la Policía Nacional (con capacitación irregular en primeros auxilios, pero sin facultades para brindar atención de emergencias).

Recurriendo al archivo de noticias, se puede notar que las patrulleras de la Policía han acudido a varias urgencias extrahospitalarias, como el caso de un joven accidentado que terminó falleciendo en el interior de un móvil ante la supuesta omisión de auxilio en el Hospital Distrital de Ñemby. También el rescate que hizo una patrullera de un indigente extranjero que estaba tirado en la calle quejándose de mucho dolor. O de los múltiples casos de mujeres embarazadas que terminaron dando a luz a sus hijos en los rodados de la Policía durante el traslado al hospital.

Estos incidentes subrayan la importancia de la atención médica oportuna y adecuada en situaciones de emergencia. La propia Ley Nº 4739, que creó el Sistema Nacional de Emergencias 911, establece la gestión integral de la emergencia, incluyendo la recepción del llamado, su despacho, seguimiento y reporte, en forma oportuna y eficiente.

Para no seguir trabajando de manera descoordinada, una propuesta a barajar es la integración del Servicio SEME al Sistema 911, con inversión del Ministerio de Salud Pública, de modo a gestionar un sistema de comunicación eficaz que pueda dar respuesta desde el SEME a los despachos de servicio del 911, brindando geolocalización de las unidades de auxilio en tiempo real y dotando a estas de la tecnología necesaria para cumplir la misión otorgada por la Ley.

Esto podría beneficiar de varias maneras, como por ejemplo, mejorar los tiempos de respuestas, ampliar la cobertura en áreas que no están bien atendidas, mejorar la calidad del servicio con equipos e instalaciones más equipados, reducir la carga en los hospitales, y podría permitir una mejor recopilación de datos sobre las emergencias médicas, lo cual podría utilizarse para informar las políticas de salud pública y planificar los servicios.

En Paraguay, existen distintas instituciones y departamentos relacionados con la preparación para emergencias. Sin embargo, pareciera que no existe un mecanismo formal para coordinarlos en preparación para las mismas, sino que únicamente se activan estas respuestas ante casos de emergencias. Resulta imperioso por ello que el país avance en la generación de una hoja de ruta para implementar las acciones prioritarias en pos de una mejor respuesta a los pedidos de SOS.

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