En Paraguay se desechan toneladas de comida, mientras muchos pasan hambre

La pérdida y el desperdicio de alimentos se convirtieron en uno de los mayores retos del sistema alimentario actual, al calcularse que un tercio de lo producido a lo largo de la cadena de suministro va a parar al basurero. En Paraguay se desechan toneladas de comida, mientras muchos compatriotas están pasando hambre.

En respuesta al desperdicio de alimentos, un nuevo estudio internacional elaborado por la Universidad de Harvard ofrece recomendaciones de políticas diseñadas a nivel mundial, incluyendo a Paraguay, sobre la donación de alimentos como un instrumento de seguridad alimentaria.

Se trata del Atlas de Políticas Globales de Donación de Alimentos, elaborado por la Clínica de Derecho y Política Alimentaria, de la Facultad de Derecho de Harvard, y la Global Foodbanking Network. Este trabajo analiza las barreras legales más comunes para promover una mayor donación de alimentos, y comparte las mejores prácticas y recomendaciones para superar estas trabas.

Para el efecto, una comitiva de Harvard estuvo en enero de este año de visita por nuestro país para conocer la realidad local en cuanto al desperdicio de los alimentos y para determinar cuáles son las medidas que se están impulsando para combatirlo. Tras este análisis, los responsables del trabajo expusieron que en Paraguay se desperdician de los hogares unas 510.256 toneladas de alimentos de forma anual, pero que en contrapartida el 25,3% de la población sufre inseguridad alimentaria moderada o grave.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la cantidad de alimentos desperdiciados en Paraguay solo en el comercio minorista podría alimentar a 269.000 personas al año. Gran parte de estos alimentos siguen siendo aptos para el consumo humano, por lo que pueden destinarse a la franja de pobreza extrema, en la cual están 414.000 paraguayos aproximadamente, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En ese sentido, en septiembre de 2021 se aprobó la ley nacional de donación de alimentos, siendo un gran primer paso para ayudar a reducir la pérdida y el desperdicio de las comidas. La normativa ofrece protección de responsabilidad a los donantes y evita que Aduanas y la patrulla fronteriza tiren alimentos que son seguros para el consumo humano, lo que supone una importante fuente de donaciones para el Banco de Alimentos de Paraguay, que es una organización sin ánimo de lucro creado en 2004 y que solo en el 2019 recuperó 127.500 kilos de productos para su consumo.

Además de su radiografía del Paraguay, el informe aboga por buscar mejoras más específicas a las leyes y regulaciones existentes que afectan la donación de alimentos, tales como aclarar los requisitos de etiquetado de fechas de vencimiento de los productos, redactar directrices de protección de responsabilidad de los donantes y brindar beneficios fiscales.

ETIQUETADO DE FECHA DE VENCIMIENTO

De acuerdo con el informe, por desconocimiento los consumidores acostumbran a tirar los alimentos que pasaron la fecha de vencimiento que figura en el envase, cuando esta fecha solo se refiere a la calidad de los alimentos, y no así a la seguridad para su consumo. En cuanto a las donaciones, es legal donar productos que hayan pasado la fecha de caducidad si van acompañados de una nota en la que se explique por qué todavía son seguros consumir.

Para subsanar este aspecto, la recomendación dada es que el Gobierno implemente un régimen de etiquetado de doble fecha. Una para indicar la calidad del producto (es decir, que el alimento todavía puede consumirse después de esa primera fecha); y otra para definir la seguridad alimentaria (que ya no debe consumirse después de la segunda fecha indicada en el envase).

RESPONSABILIDAD DEL DONANTE

Otro importante obstáculo que existe en Paraguay es el temor que tienen los potenciales donantes de que se les atribuya responsabilidad si alguien se enferma después de consumir alimentos donados. Al respecto, este informe resalta que la normativa paraguaya ofrece una sólida protección de responsabilidad civil a los donantes e intermediarios de alimentos, ya que una vez entregadas las comidas, los donantes quedan exentos de toda responsabilidad civil y penal en relación con su donación, salvo en casos de fraude o culpa directamente imputable al donante. Es por ello que, ante el desconocimiento que existe, se insta al Gobierno a elaborar y distribuir una guía que explique los requisitos para la protección de la responsabilidad cuando se donan alimentos.

INCENTIVOS Y BARRERAS FISCALES

Un aspecto negativo hallado por la Universidad de Harvard es que Paraguay tiene incentivos fiscales mínimos para la donación de alimentos. Las empresas sólo pueden deducir el 1% de sus ingresos brutos anuales en concepto de contribuciones benéficas. En el informe se aconseja que los alimentos donados estén sujetos a un IVA del 0%. Además, que el Gobierno conceda créditos y deducciones fiscales más importantes a las entidades que donen alimentos o colaboren en su almacenamiento, transporte o entrega.

Aparte de los incentivos fiscales; las instituciones públicas y los programas nacionales pueden dar recursos importantes para las iniciativas de donación de alimentos. Ponen como ejemplo que los entes estatales ayuden a los donantes y a los bancos de alimentos a adquirir el equipo y los recursos necesarios para recoger, almacenar, procesar y transportar la donación. En tanto que la financiación gubernamental también puede apoyar nuevas innovaciones tecnológicas para que la donación de alimentos sea más eficiente y sostenible, de modo a que así se pueda combatir la pobreza y el hambre en Paraguay.

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