Herencia de Abdo: alertan virtual quiebra de empresas y pérdida de miles de puestos de trabajos

La deuda del Estado con las empresas de la construcción, una herencia del gobierno de Mario Abdo Benítez, genera mucha preocupación en el sector ante la posibilidad de quiebra y la pérdida de más puestos de trabajo.  Los afectados piden un salvataje y las actuales autoridades prometieron dar alivio.

Un angustioso contexto atraviesa el sector de la construcción debido a la falta de pago de deudas por parte del MOPC a las empresas adjudicadas para las obras que impulsó el Gobierno anterior, sin prever la fuente de financiamiento. La mayoría de las constructoras están esperando el desembolso hace 1 años y medio, pero la mora inclusive llega a los 2 años y medio en algunos casos. El monto adeudado ronda los 350 millones de dólares.

En una nota remitida el 2 de octubre de este año al presidente de Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (CAPACO), Guillermo Mas, las firmas afectadas expresaron que esta situación extrema, y sin precedentes, está resultando en un daño económico, financiero, patrimonial y reputacional para las mismas.

Las empresas ejecutaron en tiempo y forma las obras adjudicadas, recurriendo a préstamos bancarios y casas de crédito, cesiones de derecho de cobro, endeudamiento con proveedores e incluso vendiendo activos fijos productivos. Sin embargo, el Gobierno anterior no honró con su compromiso de pago.

Las constructoras se endeudaron para las obras viales, y ahora se ven en la necesidad de recurrir a más créditos para financiar los intereses moratorios y punitorios. Algunas no pueden comprar más de sus proveedores, ni siquiera al contado al poseer importantes deudas anteriores que primeramente deben saldar para acceder a más insumos. 

Como intento de salvar la situación, algunas empresas se vieron en la necesidad de vender su maquinaria y otros activos. Además parte del personal técnico y administrativo renunció y se procedió a la desvinculación de los técnicos, operadores y jornaleros ante la imposibilidad de seguir pagándoles el salario. A principios de octubre, los gremios de la construcción reportaron a la ministra del Trabajo, Mónica Recalde, que, ante las deudas del Estado que dejó Abdo Benítez, en el último semestre se perdieron más de 20.000 puestos laborales.

Las empresas constructoras piden el urgente pago del total de la deuda, pero no solo los certificados, sino que además se cancelen los reajustes e intereses. Según datos del sector, al 31 de octubre, el total de intereses fue de USD 84.308.711. Cada mes que pasa, el interés de la deuda aumenta 1.6 millones de dólares, lo cual tiene en zozobra a los constructores.

Desde el Poder Ejecutivo se informó que en febrero del 2024 se estarían cancelando las deudas. No obstante, la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión, prometió que para noviembre se pagará una parte de la deuda pendiente con un primer desembolso de USD 60 millones. Posteriormente en diciembre, se tiene la intención de abonar otros USD 100 millones. 

Las constructoras esperan que el Gobierno cumpla con la deuda heredada y que se incluya el interés, caso contrario no se resolverá el problema que están afrontando por desidia de la administración anterior. 

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